José Araujo de Souza
La vida le enseña a todo ser vivo,
que la soledad nos deprime y nos duele.
Incluso el animal, inconsciente,
busca la convivencia de otro, igual.
El ser humano, lleno de grandeza,
con tu tonto orgullo y sin razón,
naufragio solitario, en la tristeza,
sin ver que alguien le tiende la mano.
Tu partida, amigo mío, es triste en este momento,
pero esta ausencia, que ya existe en nosotros,
nos acerca cada vez más.
Entonces, con nosotros, te extrañaremos
y la certeza de que esta amistad
ninguno de nosotros olvidará. ¡Nunca!